Cómo mantener una buena conversación en una entrevista de trabajo

El momento de postular a un trabajo, la primera regla es tener una buena base: un currículum ordenado, estructurado y que recoja la máxima información posible para aclarar que eres el/la candidata/a idóneo/a. Además, hay otros factores como la presencia que pueden ayudar a la hora de realizar la entrevista. Sin embargo, pese a ser detalles decisivos, hay otros que pasan desapercibidos, pero pueden llevar a facilitar muchos las cosas a la hora de enfrentarse al proceso de selección.

La glosofobia trata sobre el miedo de hablar en público o delante de gente que no conoces.

Las entrevistas pueden llegar a ser situaciones en las que, muchas personas no se sienten cómodas y les impide demostrar realmente cómo son. Para superar ese desafío hay al alcance de todos, contenidos desarrollados por profesionales que presentan varios consejos para mantener las conversaciones de una manera más natural.

10 reglas para conversar mejor (Charla TED Celeste Headlee)

Celeste Headlee, escritora y presentadora de radio durante décadas, lo sabe y por ello ha dado una charla TED en la que explica las 10 reglas de oro para tener mejores conversaciones.

No seas multitareas. Es muy importante demostrar que estás presente en “ese” momento. No se trata de una cuestión fácil, pero hay que evitar pensar en cosas personales, en distracciones. Si deseas abandonar la conversación hazlo, pero no estar presente y ausente a la vez.
No seas dogmático. No existe una verdad innegable. Es importante que las opiniones tengan opción a réplica o aportación. La presentadora que ofrece la charla asegura que se debe iniciar una conversación con el objetivo de aprender algo.
Usa preguntas abiertas, y responde a ellas sin miedo. No es lo mismo preguntar “¿estabas contento? Que puede implicar una respuesta como “si”; que ¿qué sentiste? Además de permitir expresarse mejor, ofrece naturalidad e interés.
Sigue el ritmo. Es bastante parecido a lo comentado anteriormente: que se note que estas escuchando. En una entrevista puede ser muy común que el/la entrevistador/a te deje un espacio para explicar más sobre ti, tu experiencia, formación… es necesario que te expliques, pero debes entender que es una conversación. Evita que se produzcan distracciones.
Si no sabes, di que no sabes. Es mejor pecar de precavidos. En el caso de hacerte una pregunta, no pienses que es una trampa: compórtate de la manera más natural, y si no sabes qué responder, antes que decir cualquier cosa, di la verdad de una manera sutil.
No te promociones. Una cosa es intentar dar la mejor impresión, y otra es venderte. Los/as seleccionadores/as perciben esa actitud, y lo que más valoran es la naturalidad. Cuando accedes a un trabajo debes ser fiable más que perfecto.
Procura no ser repetitivo. Es condescendiente y tendemos a hacerlo mucho. Especialmente en conversaciones de trabajo. Cuando tenemos una idea, la seguimos parafraseando una y otra vez.
Evita los detalles. Aunque busquen la sinceridad, tampoco es cuestión de aportar detalles innecesarios. En el caso de que tengan dudas, serán ellos/as quienes te pregunten.
Escucha. Parece lo más evidente, pero es la más básica para mantener una conversación. Lo más importante de una conversación es entender que hay dos involucrados pese que en las entrevistas es muy normal que el/la entrevistado/a tenga más espacio y oportunidad para hablar. Calvin Coolidge dijo: “Nadie ha sido despedido por escuchar demasiado”.
Sé breve. Aunque tiene que quedar claro que quieres contar sobre ti para aclarar el máximo de dudas posibles, ten interes en saber qué opina el/la entrevistador/a.

Controla los nervios

La incertidumbre y la necesidad de más información hacen que pese a saber las instrucciones, sean más difíciles de ejecutar. Es importante comprender que los nervios son normales, antes y durante la entrevista, y que pese a que estés cualificado/a, pueden vencerte. Se trata de una oportunidad en nuestra vida que puede determinar muchas cosas, por lo que queremos hacerlo lo mejor posible.

Las personas que se encargan de los recursos humanos, son eso, personas. En la mayoría de los casos no buscan comprometer a nadie ni destrozar su paso. Por lo que hay que verlos como una persona interesada en ti: piensa que, si no, no te hubiera citado para la entrevista.