Flexibilidad, adecuar en todo momento la plantilla a sus necesidades reales (fluctuaciones en las cargas de trabajo, estacionalidad, etc.) manteniendo una plantilla estable mínima y optimizada y cubrir solo en el momento estrictamente imprescindible las ausencias por permisos, enfermedades, vacaciones, etc. de dicha plantilla.
• Acceder a personal difícil de localizar, seleccionar, etc. beneficiándose de los medios, profesionalidad, bases de datos y dedicación de la ETT.
• Reducir sus gastos de estructura en departamento de RRHH y evitar riesgos, ya que la selección, formación y gestión de los contratos las realiza la ETT.
• Agilidad y profesionalidad en la selección de personal y en la gestión de las contrataciones.
• Transformar los gastos de personal de fijos a variables y evitar la relación laboral con el trabajador/a, que es trabajador/a de la ETT.
• Reducir sus costes por absentismo ya que, la ETT asume los costes de absentismo del personal puesto a disposición.
• Aplazamiento en el pago de nóminas.
La experiencia de las ETTs es que, de forma lógica, por su propia actividad, ha sido uno de los sectores que antes y más bruscamente sintió la crisis, fuerte caída de actividad, y que, antes notará los repuntes de actividad que se produzcan.